Por qué no abusar del consumo de harina

Los estudios demuestran que la ingesta excesiva de carbohidratos y gluten deteriora lentamente nuestra salud. Conocer el por qué no abusar del consumo de harina nos ayudará a elegir alimentos más saludables. Disminuiremos así el riesgo de padecer obesidad y de contraer enfermedades crónicas como la diabetes.

La harina es el polvo que resulta de moler los cereales, siendo el trigo el más utilizado. Puede ser integral, que se produce moliendo el grano entero, o refinada, también llamada blanca, en la que se conserva solo la parte del grano llamada endospermo. Este contiene gluten (proteína) y una gran cantidad de almidón (carbohidrato). Sin embargo, es muy pobre en fibra.

Peligros de la harina refinada

El mayor peligro deriva del hecho de que nuestra respuesta hormonal al consumirla es la misma que cuando ingerimos azúcar.

El almidón se digiere con mucha rapidez, provocando un pico muy alto en los niveles de glucosa (azúcar) en sangre. Esta será transportada al interior de la célula gracias a la gran cantidad de insulina liberada por el páncreas, lo que ocasionará su disminución brusca en sangre.

Esa es la razón por la que nos sentimos con una gran falta de energía al poco tiempo de haber comido alimentos como pan, pastas, pizzas, etc. Si son integrales este efecto no se aprecia tanto, ya que la fibra disminuye la velocidad con la que el almidón se degrada y actúa en la absorción de glucosa.

Si las subidas y bajadas abruptas de glucosa e insulina suceden de manera habitual pueden provocarse alteraciones y daños que desemboquen finalmente en una diabetes tipo 2.

Otro peligro es que son «calorías vacías». Es decir, tienen una alta aportación calórica pero no nutren, pudiendo aparecer incluso déficit de vitamina B en sus consumidores. Tampoco sacian, ya que al ser absorbidas con rapidez el cuerpo pedirá más energía, apareciendo la sensación de hambre al poco tiempo.

Consecuencias del consumo excesivo de harina

Toda harina contiene carbohidratos y gluten. Las consecuencias de una ingesta excesiva de estas dos sustancias puede provocar:

• Un aumento en el riesgo de padecer diabetes tipo 2, cáncer, estreñimiento, enfermedades cardiovasculares, depresión, cefaleas, hipertensión, y acné.
• Un aumento de la probabilidad de sufrir un deterioro cognitivo en personas mayores.
• Un aumento del peso corporal. Esto se debe a que provocan retención de líquidos, aumentan la acumulación de azúcar en las células y provocan adicción.

Sustitución y Reducción.

Esperamos que este post te haya ayudado a comprender por qué no abusar del consumo de harina. Hay que recordar que las harinas no solo nos hacen engordar, también provocan a nuestro cuerpo alteraciones metabólicas, hormonales y cerebrales. Para evitarlo es necesario elegir preferentemente las integrales y reducir su ingesta.

¿Has reducido ya su consumo? ¿Has notado cambios? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! 👇🏻