El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
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¿Te has propuesto hacer ejercicio varias veces, pero siempre que empiezas, terminas abandonándolo? Muchas veces, empezar a hacer algo no es el problema, si no continuar con ello y más si no te gusta mucho. Porque sabes que no abandonarlo te dará más beneficios a largo y corto plazo en ocasiones que no hacerlo. Pues bien, si tu también eres de estas, ¡tranquila! ¡hay solución! Hemos elaborado esta serie de consejos para que consigas que el ejercicio termine formando parte de tu vida como cualqueir otro hábito. Y , aseguro por propia experiencia ¡que funcionan!
Uno de los principales trucos para que una cosa se vuelva un hábito es tener un momento en el día para realizarlo. Si es a la misma hora estaremos estableciendo una rutina y sabremos que en ese momento no tenemos otra cosa que hacer más que nuestra rutina de deporte.
La mejor manera de asegurarte ir es tener todo listo y visible desde el día anterior. Muchas veces, la pereza es más preparar las cosas que ir por lo que este truco te facilitará mucho tu propósito.
Si algo no te gusta, va a costarte mucho más que se convierta en un hábito. Esto no quiere decir que te sirva de excusa eso de "ah pues a mi no me gusta el ejercicio, conclusión no hago", no. Puede que ciertos deportes o ejercicios no te gusten o incluso al inicio te cuesten mucho y terminen no gustándote, pero si entre todas las opciones de hacer ejercicio eliges la que menos tortuosa es para ti, es más probable que te termine gustando y por lo tanto que no lo dejes.
Como hemos dicho, todo proceso de hacer cambios puede ser complicado, y en el caso del ejercicio es uno de los que más puede resultar, sobretodo si no has hecho nunca deporte y te pones un día a hacerlo como si fuera una maratón. Lo más probable es que si hace esto, lo odies y termines abandonándolo por que no disfrutes el momento. Lo ideal es que empieces poco a poco, a un ritmo adecuado para que tu cuerpo se vaya acostumbrando y no sea un castigo.
Cuando empiezas a hacer ejercicio, es probable que notes que según comas una u otra cosa tu energía y rendimiento varie. E incluso si comes muy pesado un día es probable que no te apetezca hacer tu rutina de deporte ese día, por ello, llevar una buena alimentación es esencial para mantener el hábito del ejercicio diariamente.
Si tu único objetivo para hacer ejercicio es perder unos kilos o unas cuantas tallas, casi seguro que termines abandonándolo cuando veas que no es de la noche a mañana cuando se produce el cambio exterior. Es mejor que tus objetivos sean disfrutar de un momento para ti, o de eliminar tu estrés o simplemente mantenerte saludable. Estos objetivos son más realistas, rápidos y por ello es menos posible que abandones el hábito.
Si eliges un momento para hacer ejercicio justo después de otro que ya sueles hacer será más probable que no lo dejes. Por ejemplo, puedes hacer ejercicio justo después de levantarte y beber un batido, o después de llegar del trabajo y tomarte una infusión. ¡Tu eliges! El caso es que asociarlo a otra actividad que ya sea un hábito hará que no te olvides de él.
¿Que otros consejos y trucos tienes para que el ejercicio esté presente en tu vida? ¡Dejanoslos en los comentarios!
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