¿Ayuda realmente el vinagre de manzana a adelgazar?

Internet se ha convertido en nuestro asesor de cabecera para consultas de todo tipo. Si nos planteamos perder peso, probablemente ya hayamos consultado a la red de redes, y habremos comprobado cómo al introducir la palabra “adelgazar” en Google, se nos muestran más de treinta y cuatro millones de resultados. Algunos de ellos de eficacia probada, la mayoría no. Dietas, tablas de ejercicios, complementos quema-grasa y un sinfín de remedios naturales con los que, supuestamente, perderemos esos kilos de más.

Una de las soluciones que se repite con relativa frecuencia, consiste en incorporar a nuestra vida diaria el vinagre de manzana. En este post queremos exponer sus propiedades y analizar lo que dice la ciencia en relación a su capacidad para favorecer la pérdida de peso.

Cómo se obtiene el vinagre de manzana

El vinagre de manzana (o sidra de manzana), se obtiene fermentando los azúcares presentes en el zumo de esta fruta por la acción de levaduras y bacterias.

Tras una primera fermentación aeróbica del mosto, los azúcares se convierten en alcohol etílico, y posteriormente ese alcohol contenido en la sidra se transforma -por un proceso de oxidación y fermentación acética- en ácido acético.

En la composición del vinagre de manzana encontramos también, en diferentes concentraciones, fibra, minerales, vitaminas y enzimas, entre otros compuestos.

Efectos de su consumo en nuestro organismo

Iremos exponiendo (y desmintiendo) algunos de los argumentos que aseguran que el vinagre de manzana es eficaz para adelgazar. Algunos de ellos se sustentan en mentiras y otros en medias verdades, y la mayoría se basan en la actuación del ácido acético.

Acelera el metabolismo, ¿facilita adelgazar?

El ácido acético presente en el vinagre de manzana (y en todos los vinagres), realmente acelera en cierta medida el metabolismo. Sin embargo, diversos estudios científicos han demostrado que el efecto es ínfimo, de forma que difícilmente puede producir una disminución de peso por sí mismo.

Regula los niveles de glucosa en sangre

El ácido acético bloquea la acción de ciertos enzimas responsables de digerir los hidratos de carbono vegetales, reduciendo, por tanto, la ingesta de calorías. La cuestión está en la cantidad. Al igual que ocurre con la aceleración en el metabolismo, su efecto es prácticamente imperceptible. De forma que, con un consumo normal de vinagre, no podremos observar en ningún modo un efecto adelgazante.

Tiene un alto poder saciante

Es cierto. No obstante, en las dosis recomendadas, el efecto es imperceptible. Ante la tentación de ingerir vinagre de sidra antes de las comidas con el objetivo de eliminar el apetito, la recomendación es, “rotundamente no”. Ni siquiera diluido en agua.

Altas dosis de vinagre de manzana, superando las recomendadas, pueden ocasionar desmineralización del esmalte dental, elevando el riesgo de aparición de caries y de irritación esofágica si se ingiere sin diluir y sin acompañarlo de otros alimentos.

Es eficaz para que el organismo elimine sus desechos

Es otra afirmación no sustentada en evidencias científicas. Gran parte de la digestión se produce en el estómago, gracias a la acción de los ácidos estomacales -entre ellos, el ácido clorhídrico- mucho más potente que el acético.

Puede que la ingesta de vinagre eleve la acidez del estómago, pero también otros alimentos, y esto no es necesariamente bueno ni eficaz. En definitiva, en un organismo sano la eliminación de desechos se hace a través de los sistemas digestivo y urinario, independientemente del consumo de vinagre.

Podemos concluir diciendo que no hay evidencias científicas que demuestren que el vinagre ayude a adelgazar por sí mismo. Mantener unos hábitos saludables, una alimentación sana acorde con el gasto calórico de cada persona y la práctica de deporte moderado, son nuestras recomendaciones para perder peso. ¿Qué opinas?