El Peso Justo
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El ayuno intermitente es un patrón de comportamiento alimentario que puede resultar muy beneficioso para la salud, si se hace correctamente. Privar al organismo de comida durante periodos de tiempo limitados es, así mismo, muy útil para conseguir adelgazar.
Para que este modelo nutricional resulte saludable, es necesario llevarlo a cabo de una manera controlada y siguiendo unas pautas específicas. De lo contrario, podría perjudicar a la salud de quien lo realiza.
La mayoría de las personas que prueban esta privación de alimento, lo hacen para conseguir perder peso en un periodo de tiempo relativamente corto. Sin embargo, también es muy popular entre quienes desean hacer una limpieza interna, sobre todo después de épocas de excesos.
Tal y como su propio nombre indica, el ayuno intermitente consiste en ir alternando etapas de ingesta de alimentos con etapas de privación. Existen varios modelos dentro de este tipo de comportamiento alimentario.
Normalmente, se recomienda comenzar con los modelos menos duros, hasta que el organismo se acostumbre y la persona sea capaz de seguir el hábito de ayunar.
Para comenzar, resulta más sencillo hacer el llamado 12/12. Este consistiría en ayunar durante doce horas; un buen ejemplo de ello sería realizar el desayuno, dejar pasar el tiempo correspondiente y volver a comer; más o menos, sobre la hora de la cena (se trataría de una cena temprana para poder aguantar hasta el día siguiente).
Es evidente que no se consigue llegar a un 12/12 de golpe. Para ello, primero debe ir entrenándose al organismo. Dependiendo de las costumbres de alimentación que tenga la persona, lo más sencillo será que comience por comer menos cantidad en cada comida. A continuación, el siguiente paso debería ser tratar de espaciar las comidas entre ellas todo lo que se pueda. De esta manera, poco a poco, el cuerpo y la mente van perdiendo el hábito de los horarios.
Para conseguir perder peso ayunando de esta manera, es imprescindible que las comidas que se realicen sean nutricionalmente adecuadas. De nada sirve pasar doce horas sin comer, si después se ingiere bollería o comida precocinada rica en grasas. Pero también es importante quedar bien saciado en las pocas comidas que se hagan. Después del desayuno o de la cena, la persona tiene que quedar lo suficientemente satisfecha para no volver a pensar en ingerir nada hasta la siguiente toma.
Además de para adelgazar, alternar periodos de ingesta alimentaria con periodos de privación, tiene muchos otros beneficios. Entre ellos, se podrían destacar los siguientes:
Todos estos beneficios se empiezan a notar al poco tiempo de comenzar los ayunos intermitentes. Una vez acostumbrado el organismo, se pueden probar modalidades como el 16/8 o ayunos de 24 y hasta 48 horas.
Y vosotros, ¿habéis probado a ayunar alguna vez? Explicadnos vuestra experiencia.
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