El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
Desde siempre se le han atribuido muchas propiedades beneficiosas a la leche y los profesionales de la salud recomendaban tomarla en grandes cantidades, hasta que “de la noche a la mañana” mucha gente decidió eliminarla por completo de su dieta habitual.
Lo cierto es que por algún motivo, la leche parece no tener muy buena fama últimamente y existe una tendencia en aumento de sustituir su consumo por el de bebidas vegetales.
Los motivos, ¡muy diversos!. Algunos por ética, otros por motivos de salud (como en el caso de los intolerantes a la lactosa y los alérgicos a la proteína de la leche), y muchas veces, porque parece estar de moda.
El “boca a boca” puede resultar peligroso en muchas ocasiones, y cuando la vecina te dice: “pues yo desde que dejé la leche me siento mucho más ligera”, resulta muy tentador dejar de tomarla, diga lo que diga tu médico.
Eso sí, cuando quieras volver a consumirla quizás sea demasiado tarde. ¡Me explico!
La correcta digestión de la lactosa requiere de lactasa, una enzima digestiva inducible. Un déficit de esta enzima (como en el caso de los intolerantes) hace que la lactosa llegue intacta al intestino grueso donde es metabolizada por la flora intestinal, causando gases, diarrea, mala absorción…
Quiere decir que se producirá mientras el organismo detecte la presencia de lactosa.
Si estás una temporada sin consumir lacteos y por tanto, tu cuerpo no está percibiendo la presencia de lactosa, entenderá que no necesita seguir produciendo la enzima lactasa para metabolizarla y, ¡tachán! Te acabarás de provocar tu propia intolerancia a la lactosa. Sube a darle las gracias a tu vecina “la ligera”.
Ésto no quiere decir que en su caso no sea verdad, quizás tu vecina sea intolerante y dejar de consumir leche haya sido la mejor decisión de su vida, pero si a ti no te sentaba mal ¿Qué necesidad había de eliminarla?
Si tienes dudas, consulta a tu médico.
Según el Código Alimentario Español al hablar de “leche” nos referimos únicamente a la leche de vaca. Para hacer referencia a la de cualquier otra especie, debe especificarse (leche de cabra, de oveja…).
Lo que está claro es que no deberíamos llamar “leche” a un producto de origen vegetal. Es un error muy común hablar de leche de almendras o leche de soja, cuando lo más correcto es hablar de “bebidas vegetales”.
Volviendo al caso de la leche de vaca, se trata de un producto con un alto valor nutricional y uno de los alimentos más completos que nos brinda la naturaleza.
En su versión entera contiene grasas, proteínas e hidratos de carbono en porcentajes bastante similares, además de vitaminas y minerales. Como desventaja, podríamos decir que carece de fibra, o que la leche entera es una fuente importante de grasa saturada, problema que podemos minimizar al consumir las versiones desnatadas o semidesnatadas.
Se pueden clasificar según el producto del que procedan:
Como la bebida de soja.
Si está enriquecida con calcio y vitamina D, será la más completa y similar a la leche de vaca.
Aporta muy pocas calorías y prácticamente no contiene grasas saturadas. Además, se le atribuyen múltiples beneficios para la salud del corazón, sobre todo en mujeres.
Destacan las bebidas de almendra, avellana o nuez.
Estas bebidas son más ricas en grasas saludables.
La bebida de almendras, posiblemente la más consumida, destaca por su alto nivel nutritivo. Es una buena fuente de minerales (calcio, hierro, fósforo, potasio), de proteínas vegetales, ácido linoleico y vitaminas A y E.
La bebida de nueces por su parte, está considerada la más rica en antioxidantes, aportando incluso más beneficios que otros alimentos ricos en estos compuestos como las espinacas, los tomates o las zanahorias.
Como las bebidas de arroz o avena.
Estas bebidas son mucho más ricas en hidratos de carbono y pobres en proteína.
La bebida de arroz es muy utilizada para la elaboración de postres cuando no se puede (o no se quiere) usar leche.
Posiblemente no tenga mucho sentido intentar compararlos, ya que la mayor similitud entre estos productos es su apariencia de líquido blanquecino.
Por tanto, no se les puede considerar buenos sustitutos de la leche, pero ésto no quiere decir que no puedan ser muy beneficiosas y saludables.
Como ya hemos tratado anteriormente, posiblemente el producto que más se asemeje en composición y beneficios sea la bebida de soja enriquecida con calcio y vitamina D.
En todos los casos, lo más importante es observar su composición, ya que muchas de estas bebidas vegetales comerciales nos estarán vendiendo un montón de azúcar y un par de frutos secos o cereales al precio del azafrán.
Por lo que, en la mayoría de los casos si quieres consumir una bebida vegetal cargada de beneficios, lo más recomendable es que la prepares tu mismo en casa.
Para la doctora Julia Álvarez Hernández, de la Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, el hecho de que las bebidas vegetales no solo se hayan puesto de moda, sino que además le estén ganando terreno a la leche de vaca se debe a un desconocimiento de las propiedades de la leche.
En mi opinión, en muchas ocasiones las bebidas vegetales prometen mucho más de lo que verdaderamente ofrecen.
La cuestión es, siempre que sea posible, ¿Por qué elegir entre leche y bebidas vegetales si en una dieta equilibrada tienen cabida los dos?
Sin comentarios