Claves para evitar el efecto rebote

Las dietas milagro no existen. Son un arma de doble filo porque, al conseguir los objetivos, la felicidad dura solo unos días. La razón es que siempre acabamos recuperando esos kilos y además nos solemos llevar alguno de regalo. Esto es lo que debes hacer para no caer en la trampa y evitar el efecto rebote.

Cómo evitar el efecto rebote

Es aconsejable tener en cuenta los siguientes aspectos:

• No lleves a cabo dietas muy agresivas y estrictas. Se denominan hipocalóricas porque se pierde peso de forma muy fácil y rápida. Lo ideal es perder entre 0,5 y 1 kg a la semana como máximo.
• Realiza ejercicio varias veces a la semana. Nos ayuda a sentirnos felices y motivados, además de mantenernos en forma y ayudar al proceso de pérdida de peso. Si complementamos una dieta saludable con la realización de ejercicio, todo será mucho más fácil y agradable.
• Si vas a hacer una dieta, al terminarla, sigue haciendo otra de mantenimiento. Si frenas de golpe y empiezas a comer todo cuanto quieras, el efecto rebote será mayor. Tenemos que aprender a comer y adquirir unos hábitos que ya nos duren para siempre, no solo para unas semanas.
• Como ya se ha citado en el punto anterior, el objetivo es lograr unos hábitos saludables, no ser responsable durante un corto período de tiempo. Si aprendemos a alimentarnos, nos movemos más frecuentemente y cambiamos nuestro estilo de vida, notaremos un cambio radical a mejor.

Y recuerda, ¡las dietas milagro no existen!

De nada nos sirve dejar de comer durante un período de tiempo, sufrir y sentirnos sin energía y decaídos. No nos sale rentable cometer estas locuras con tal de conseguir durante una o dos semanas el cuerpo que siempre hemos querido. Lo ideal es tomárselo con calma, aprender a alimentarnos, llevar una alimentación saludable y buscar unos minutos para poder realizar actividad diaria.

Cuando aprendemos a comer, nos damos cuenta de que no hay alimentos prohibidos, sino momentos específicos y muy puntuales para poder darnos un capricho. Pero nuestro cuerpo necesita una dieta equilibrada donde haya de todo: proteínas, vitaminas, lácteos, hidratos de carbono, frutas, verduras, legumbres, etc. Incluso el chocolate es bueno siempre y cuando no sea ultraprocesado y con menos de un 85 % de cacao.

Si aprendemos a comer veremos que no hace falta sufrir

Si nos ponemos en manos de un buen nutricionista que nos enseñe cómo seguir unas buenas pautas alimenticias, veremos que jamás va a mandarnos a nuestra casa con la dieta del huevo duro (uno para desayunar, otro para comer y otro para cenar). Un profesional nos recomendará recetas con comida real, pero que lleven absolutamente de todo.

Esta es la única manera de evitar el efecto rebote. Comenta si alguna vez has hecho una dieta y después te ha jugado una mala pasada.