El Peso Justo
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A la hora de adelgazar tras el regreso de las vacaciones saltan todas las alarmas. Nunca se sabe cómo perder esos kilogramos de más ganados durante el tiempo libre y siempre es difícil amoldarse al regreso al trabajo de una forma recomendable.
El picoteo, las comidas entre horas, el comer de menú a diario y el seguir apostando por las comidas demasiado grasas terminan pasando una factura difícil de pagar. Recomendamos estas cinco ensaladas para que resulte más sencillo recuperar el ritmo que exige cualquier trabajo equilibrando el peso fácilmente.
En lugar de la clásica con lechuga, tomate y cebolla, ¿por qué no añadirle algo distinto? Las nueces, unos 50 gramos de anacardos, las avellanas tostadas o las almendras pueden ser opciones idóneas para trabajar la textura de tu ensalada. Añadir algunos gajos de naranja o un kiwi cortado en rodajas para tener una experiencia mucho más completa es muy recomendable.
Lo de comprarla en una máquina puede ser útil para un día, pero no siempre. ¿Por qué todas las ensaladas de pasta deben estar preparadas con el mismo tipo de este alimento? Prueba a preparar una con tortellini o con raviolis de atún. Acompáñalos con tomate crudo, queso fresco y rúcula. Te sorprenderá el resultado.
Las judías ya cocidas son idóneas para la preparación de ensaladas deliciosas. Basta con sacarlas del bote, enjuagarlas bien debajo del grifo y dejarlas escurrir. Colócalas en el recipiente que prefieras, añade espinacas, tomate, cebolla y, sobre todo, comino para evitar flatulencias. Es tan fresca como nutritiva y ayuda a afrontar el resto de la jornada con una dosis extra de energía.
Patatas, zanahorias, judías verdes, cebolla, pimiento verde, olivas y atún en escabeche, menos calórico que el tradicional en aceite, pueden ser los ingredientes de este clásico aperitivo. Aconsejamos llevar la mayonesa aparte para impedir que se pueda cortar debido a los cambios de temperatura. Con sal, pimienta, perejil y un toque de vinagre no se echa de menos a la antedicha salsa.
Se ha convertido en una verdadera revolución para todo tipo de aficionados a la gastronomía. Solo hay que cocer el cuscus, añadir tomate, albahaca fresca bien picada y pepino. Rematar con un poco de pollo cocido o bien con unas tiras de salmón o alguna conserva que sea agradable. Aguanta muy bien durante todo el día y es posible comerla con la textura adecuada en cualquier momento.
Lo más recomendable es hacerlo en un recipiente hermético y que tenga cierta capacidad para soportar el frío. Adquirir algún sobre de aceite y vinagre para aliñar el plato en el último momento es muy positivo. Si se utilizan cubiertos de plástico, hay que desecharlos tras cada uso. Resulta preferible recurrir a tenedores o cucharas de metal, tanto por su durabilidad como por su eficacia.
Es idóneo preparar la ensalada justo antes de salir de casa, pero si se hace la noche antes hay meterla en la nevera para que conserve su textura.
Como truco para las ensaladas que llevan lechuga, vegetal que siempre tiende a oxidarse tras ser cortado, se recomienda no emplear un cuchillo para cortar los trozos, sino las propias manos. Aguantará mucho mejor y la ensalada tendrá un aspecto envidiable y más apetecible.
¿Cuáles son tus ensaladas favoritas para llevar al trabajo? ¿Te gustaría compartir alguna de tus recetas con todos nuestros lectores? Seguro que puedes ayudarnos a crear un recetario que resulte de utilidad para perder peso entre los que regresan de sus vacaciones. ¿Te animas?
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