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¿La cerveza engorda? Seguro que te lo has preguntado en diversas ocasiones y que no tienes demasiado clara la respuesta. Detallamos la respuesta a continuación.
Tan solo 43 por cada 100 mililitros, bastantes menos que un refresco azucarado. Además, aporta vitamina A, B, D y E. En lo referente a su contenido en gas carbónico, es solo de un 0,5 %. Esta cantidad estimula la salivación, la formación de ácido en el estómago y facilita su vaciado para que la digestión sea más llevadera. Por lo tanto, un tercio de cerveza te aporta 156 calorías, lo mismo que tomar:
Como acabamos de indicar, beber cerveza provoca que tengas más ganas de comer y aquí está el problema. Es decir, la cerveza no engorda, pero sí el consumo de aperitivos hipercalóricos que suelen combinarse con ella. La acumulación de grasa abdominal proviene, directamente, de esta forma de comer.
Ahora que sabes lo que engorda la cerveza también es recomendable analizar los efectos del alcohol en tu cuerpo. Aunque solo tenga cinco grados, el hígado ha de filtrarlos lo que supone someterlo a mayor actividad.
De tomarte varias a diario sería conveniente apostar por las variantes sin alcohol. Cada tercio de esta variante solo aporta 52 calorías. Además, dependiendo del lúpulo utilizado, así serán los beneficios para tu salud.
De diversas maneras que hemos decidido organizar en un listado explicativo para facilitarte su consulta:
Es decir, tomarte una cerveza sin alcohol al día es sinónimo de invertir en tu estado de salud. Considérala como una bebida completa que no necesitas acompañar de aperitivos grasientos para evitar las consecuencias ya comentadas.
Su maridaje con platos saludables es siempre adecuado. Recuerda que hay distintos tipos de cerveza por lo que puedes jugar con los sabores como prefieras. La moderación es indispensable para poder seguir disfrutando de cada sorbo y beneficiarte de todas las ventajas que conlleva su consumo.
¿La cerveza engorda? Ahora ya sabes la respuesta a esta pregunta y sabes cómo degustar esta bebida de la manera que prefieras. La moderación es la clave del éxito. Si te gusta su sabor y no puedes resistirte, mejor sin alcohol. Disfruta de tu próxima caña.
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