El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
Para los que se acuerdan en Marzo de la dieta y deciden pasar hambre hasta que empiece el verano, es fácil que a estas alturas se les empiece a hacer la dieta bastante cuesta arriba.
Antes de tirar la toalla y que todo este esfuerzo no haya servido para nada, es mejor darse un pequeño homenaje bien merecido.
Para ello, y antes de que cometas un sacrilegio, te presentamos una receta de pizza "baja en calorías" que puedes preparar en casa sin gran dificultad.
Es relativamente rápida de hacer, y muchísimo más saludable que cualquier otra pizza que puedas consumir fuera de casa, sobre todo si eliges productos de calidad.
Vete buscando el delantal, ¡que empezamos!
La mayor diferencia entre la opción que hoy os proponemos y una pizza convencional la encontramos en las calorías que nos aporta la masa.
Mientras 100 gramos de masa de pizza aportan unas 230 calorías, la misma cantidad de nuestra base tiene menos de 30 calorías. Además, he echado un vistazo a varias recetas de pizzas caseras normales y la cantidad de masa es mayor que en la nuestra (para un tamaño similar, obviamente).
Echar los botes de espinacas en un colador y dejarlas escurrir bien. Aplastarlas bien para quitar la mayor cantidad de agua posible. Es fácil que en el momento de pasarlas a otro recipiente se quede parte del producto enganchado en la red del colador, así que ¡a armarse de paciencia para recuperar la mayor cantidad posible!
Antes de entrar de lleno en la elaboración, ponemos el horno a precalentar, ¡no tardarás en utilizarlo!.
En éste momento entra en juego la batidora y, por si aún no lo sabes, en El Peso Justo estamos sorteando una (Pincha aquí para acceder al enlace). ¿Qué te creías, que solo servía para hacer batidos de fruta?
Añadimos el huevo y trituramos hasta obtener una mezcla bastante homogénea.
El siguiente paso sería extender bien “la masa” en una bandeja de horno cubierta por papel especial y hornear durante un 15 minutos a 200ºC. Os aconsejo que lo extendáis bastante y quede una base más bien finita (tened en cuenta que mengua). De este modo quedará crujiente y no tendrá tanto sabor a espinaca que tapa bastante el resto.
Para terminar la base, sólo nos quedaría cubrir con tomate frito (¡a ojo! Visualizad la capa que suele llevar cualquier pizza), y el queso rallado light para pizza, que gratinaremos más tarde.
Podemos conseguir una opción aún más saludable si realizamos nosotros mismos la salsa de tomate frito, pero sé que si no pongo la versión comercial, muchos me ibais a mandar a paseo.
Aquí hay tantas opciones como gustos de personas. Si no estáis muy inspirados, os dejo la lista de los que he elegido.
Los ingredientes se pueden saltear o hacer al horno. Si se saltea, es recomendable que antes de añadir los ingredientes a la base, eliminemos el exceso de aceite extendiéndolo sobre un papel de cocina.
Como paso final sólo nos quedaría GRATINAR 10 minutos en el horno a 200ºC (recuerda que la base ya está horneada). A algunas de las verduras les di un toque de horno previo (mientras se preparaba la base) para que se hiciesen bien.
En el momento del emplatado, a mi me encanta añadir albahaca y orégano. Es recomendable añadir estos productos una vez se saque la pizza del horno, ya que de lo contrario se quemarán y amargarán el plato.
¡Anímate a probarlo y cuéntanoslo!
Sin comentarios