Mi fruta favorita de esta temporada

¡Sí amigos, hablo de las fresas! Para mi es lo mejor que nos trae la primavera. A la porra los días más largos, los cerezos en flor, el amor, las alergias (y la alergia al amor). 

Creo que mi frutero empieza a sospechar después de verme casi a diario acechando, a la espera de que aparezca ese olor inconfundible que desprenden las fresas en su punto óptimo.
Y es que, aunque las podemos encontrar en tiendas desde Enero hasta bien entrado Junio, el mes de referencia para empezar a consumirlas es Marzo. Así que, los más fans podéis ir preparando la maleta para pasar unos días en Huelva y volver bien cargaditos.

Una aspirina natural.

Es una fruta con poquísimas calorías, por lo que es ideal para nuestro plan de adelgazamiento.
Después del agua, sus componentes más abundantes (en torno al 7% de su peso), son endulzantes naturales como la fructosa, glucosa y xilitol.
Poseen un alto contenido en fibra y son ricas en minerales y vitaminas, como la C (incluso en mayor porcentaje que las naranjas, referente de dicha vitamina).
Además, su bajo contenido en sodio y gran cantidad de potasio las hacen ideales para personas con hipertensión.

Al final del post os dejo su tabla de composición nutricional.

Contienen ciertos ácidos orgánicos, entre ellos pequeñas cantidades de ácido acetilsalicílico, con efecto antiinflamatorio y anticoagulante, por lo que las podemos considerar una “aspirina natural” (Aviso a navegantes: Es de locos intentar hincharse a fresas hasta obtener el mismo efecto que una aspirina, por si se os había pasado por la cabeza).

Pero si hay algo destacable en su composición es su contenido en antocianinas, fitonutrientes que junto a los polifenoles, que también contiene (como el ácido elágico) hacen de las fresas una de las frutas con mayor poder antioxidante.

Una vez repasada la teoría,me apetecía haceros salivar un poquito con algunas sugerencias de cómo consumir esta deliciosa fruta de temporada que, como acabamos de ver, viene cargada de beneficios.

Lavar y directas al “buche”:

Para mi gusto es una fruta que no necesita acompañante. Si tengo fresas en casa rara es la vez que al pasar por la cocina no acaba cayendo una. Así que, a los que tenéis problema con el picoteo, os recomiendo que aprovechéis esta temporada para poner una caja de fresas en vuestra vida. Estoy segura de que será más sano (y menos calórico) que las patatitas o chocolate que acaban cayendo a lo largo de la tarde.

Batidos:

1. Batido de fresa y cacao:

Es uno de mis batidos favoritos para merendar antes de ir al gimnasio. Me encanta por ese pequeño toque amargo que le aporta el cacao, aunque se trata de un batido principalmente dulce, como podéis imaginar.
Además, se refuerza el efecto antioxidante de las fresas, ya que el cacao también goza de esta propiedad.

Necesitamos: 

• Una taza de leche desnatada (si eres intolerante puedes utilizar bebidas de soja o almendras. La verdad es que nunca lo he probado con este tipo de bebidas, así que os agradecería que me comentéis qué tal ha sido el resultado).
• Una cucharada y media de cacao en polvo sin azúcar. Yo suelo utilizar el de una famosa marca que te puedes encontrar en cualquier supermercado y la verdad es que ¡me va de perlas! (sinceramente no creo que encontréis muchas opciones diferentes)
• 100g de fresas bien lavadas
• Edulcorante al gusto. Recomiendo una cucharadita de Stevia

El proceso no es muy complicado, lavar bien las fresas y todo a la batidora.

2. Batido de fresas, manzana y avena:

Para aquellos que si merendáis la opción anterior quedáis con hambre o tenéis unas mayores necesidades nutricionales, os propongo un batido que os producirá mayor sensación de saciedad.

Necesitamos:

• Una manzana (verde o roja)
• Cinco fresas
• Dos cucharadas de avena
• Un puñado de almendras
• Un vaso de infusión de manzanilla
• Un par de hojas de menta

Nuevamente, lo añadimos todo a nuestra batidora ¡Y listo para servir!

En ensaladas:

¡La cuestión es jugar con los colores!
Podemos crear platos muy vistosos si se mezclan los colores intensos que aportan las propias fresas o unos tomatitos cherry, los tonos verdes de los berros, espinacas, rúcula, endivia, Kale... con los tonos marrones de los frutos secos y semillas (combinan genial las nueces o almendras), incluso añadir un toque blanquecino con el queso de cabra.
También puede ser interesante añadirle un poco de aguacate.
Si queremos bajar de peso es mejor moderarse con los frutos secos, el aguacate y el queso de cabra.
En el aderezo podemos usar zumo de limón en lugar de vinagre.

Con esas ideas generales os dejo margen a la imaginación, ¡a ver con qué me sorprendéis!

Otra opción que puede resultar interesante es la “ensalada de frutas”, muy populares últimamente aunque existan pocas diferencias con la macedonia de frutas que nos lleva haciendo nuestra abuela toda la vida (eso sí, en las fotos de Instagram quedan monísimas).
De nuevo podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación y mezclar un poco de todo lo que tengamos en el frutero, aunque si logramos que nuestro plato tenga el mayor colorido posible, es bastante probable que estemos cubriendo un mayor número de vitaminas.

Así que, ¡imaginación al poder!

Postres:

Seguramente si os planto aquí cualquiera de la recetas que aparecen al escribir en Google “postre fresa” me cerréis el blog entre todos.
Ante tanta tentación, os voy a dejar algunas recetas que me han parecido una buena alternativa healthy.

1. Brocheta de frutas:

El sueño de cualquier vegetariano al que han invitado a una barbacoa y pensó que se trataba de una cena al aire libre sin más.

Estoy segura de que ya habéis visto en más de una ocasión uno de estos "pinchitos".
Me encanta combinar la fresa con trocitos de naranja, plátano, kiwi y piña o melón. Además siguiente ese orden, ya que me parece muy vistosa la mezcla de colores.

Es uno de mis postres favoritos cuando se acerca el buen tiempo. Me resultan muy refrescantes después de comer o para merendar.

2. Mousse de fresas light:

Prepara tu propio mousse de fresa light. Prepara un sobre de gelatina de fresa 0%, triturar en otro bol 150g de fresas y añadir un yogur natural desnatado cremoso y un par de cucharaditas de Stevia. 

Batimos la gelatina y a continuación le añadimos la mezcla.
Para terminar, lo colocamos y decoramos en copas y lo dejamos enfriar en la nevera durante un hora.

¡Listo! Como podéis ver, no es una elaboración muy complicada, ni requiere de grandes conocimientos culinarios, pero al mismo tiempo tiene una pinta deliciosa y poquitas calorías ¡Justo lo que estábamos buscando!

3. Granizado:

Es posible que en pleno mes de Febrero un granizado no resulte muy apetecible, pero bueno, ¡ahí están! Y pueden ser una opción muy saludable si los hacemos en casa.
Sólo necesitamos fresas, edulcorante, medio limón para darle un toquecillo ácido y hielo ¡mucho hielo!

4. Yogur “de” o “con” fresas:

Una opción muy recurrida para aquellos que adoráis la fresas con nata pero vuestro nutricionista os ha “cortado el grifo” es tomarlas mezcladas con un yogur natural desnatado y edulcorante.
Sé que no es lo mismo, pero si realizamos pequeños cambios de este tipo, el pantalón también se dará cuenta de “no es lo mismo”.

Si batimos la mezcla anterior (con mayor proporción de fresas) y lo dejamos enfriar, podemos obtener de manera sencilla un yogur de fresas light casero, aunque no nos engañemos, la mayoría preferimos bajar al súper y comprar el yogur directamente y poder disfrutar de las fresas en otra de sus modalidades

Composición nutricional de las fresas (BEDCA):

Ahora ¡CONFIESA! Estás pensando en bajar a la frutería para comprar una caja de fresas ¡Y lo sabes!

¿Conocéis otras recetas saludables con fresas que no disparen su valor calórico?