¿Nos ha pillado el toro con la operación bikini?

Con Abril a la vuelta de la esquina muchos se preguntan: ¿Estoy a tiempo de salvar la operación bikini o me vuelco ya de lleno con la operación “pareo con estilo”?

Obviamente sería una locura garantizar que todo el mundo, sin excepción, está a tiempo de ponerse a tono para las vacaciones, ya que depende en gran medida de la base con la que parte cada uno.

Pero tengo buenas noticias para aquellos a los que no se les haya ido mucho de las manos la época de hibernación: ¡Aún no está todo perdido!

Nos quedan tres meses intensivos por delante y mucho por hacer, pero se ha demostrado que 12 semanas es el tiempo mínimo de un programa de entrenamiento para poder mejorar significativamente nuestra forma física de forma saludable. Así que ¡Empieza la cuenta atrás!

La clave: Dieta y ejercicio

Un poco de lo siempre ¿verdad?. La única diferencia es que esta vez debemos tomárnoslo ya en serio o no tendremos otra oportunidad hasta el verano'18.

No es necesario (ni recomendable) perder los papeles y empezar una dieta extrema a base de papel y agua, tenemos tiempo, así que respira hondo y que no cunda el pánico.

Si tienes la ocasión, lo más recomendable sería acudir a un profesional de la nutrición, que te elabore una dieta personalizada, y que aunque sea hipocalórica, también sea equilibrada dentro de lo posible.

Del mismo modo, lo ideal sería recurrir a un entrenador personal (¡y cuidado! Asegúrate de que sabe lo que hace y que sea un profesional, no un entendidillo que se quiera sacar un dinero), que te planifique un entrenamiento diseñado según tus características y capacidades.

En muchos casos no es necesario volverse loco buscando un entrenador, en algunos gimnasios hay monitores que te pueden preparar un programa muy completo con clases, actividades y ejercicios sin precio adicional o por una módica cantidad (No es por desconfiar, pero YO personalmente me quedo más tranquila en el segundo de los casos. Algo “gratuito” difícilmente será personalizado, porque de ser así todo el mundo solicitaría este servicio).

Si prefieres hacerlo por tu cuenta, organiza bien tu semana desde el domingo anterior.

Existen algunos truquillos (que estoy segura de que ya conoces de sobra) que pueden ayudarte a conseguirlo, como:

• No saltarse ninguna de las cinco comidas
• Evitar alimentos muy grasos o con azúcar en exceso
• Que la verdura predomine en la mayor parte de tus platos
• Sustituir tus aperitivos por fruta
• Comer mucho pescado
• Evitar salsas, fritos y rebozados
• Beber mucho agua
• Incorporar o aumentar el consumo de alimentos integrales
• Comer sin prisa y poner menor cantidad en el plato de la que consideras que serviría para saciarte.

Aprovecha los días más largos

En lo que a ejercicio se refiere, ahora que empieza a hacer mejor tiempo puede ser interesante practicar deportes al aire libre, ¡bastante tiempo pasamos ya encerrados!

Caminar, correr o practicar algún tipo de deporte de grupo. Seguramente notarás como mejora tu humor y puede que te ayude a ir ganando algo de color de cara al verano (razón doble para dejar atrás los malos humos).

Aviso a "navegantas": Otra recomendación es no practicar sólo y exclusivamente ejercicio aeróbico. Introduce en tus rutinas sesiones de tonificación para conseguir un trasero como una piedra y un abdominal marcado.

Si seguimos un poco estos consejos y le ponemos ganas, es muy posible que consigamos estar ideales para el primer (y traumático) día de poner el bikini. La única condición es, empezar YA.

Hemos llegado al punto límite en el que no podemos aplazar más el ponernos en serio. Olvidate de “el día 1 empiezo” o del “¡venga! Empiezo el jueves, que dicen que es el mejor día”.

Es el momento. Esta misma tarde vacía el cajón de chucherías, vete al supermercado, haz la compra más healthy de tu vida, y marca con rotulador rojo el día de hoy en el calendario, acompañado de un “DÍA 1”.