El Peso Justo
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La nevera es uno de los grandes avances que la industria de los electrodomésticos ha proporcionado, facilitando las labores de la cocina. Pero si se quiere adelgazar, lo mejor es vigilar su contenido.
Aumentando el contenido de ciertos alimentos y eliminando por completo otros se puede lograr que el contenido de la nevera sea un factor de éxito para la dieta hipocalórica, en lugar de ser una fuente de alicientes para abandonarla.
Si se quiere bajar de peso de manera eficaz, hay ciertos alimentos que no deben estar nunca en la nevera. Por su alto contenido calórico o graso y la facilidad con que pueden ser consumidos, es preferible prescindir de ellos totalmente.
Los helados contienen demasiada grasa, y aunque sean de fruta, su contenido de azúcar es alto. Los congelados tipo croquetas, pizzas, hamburguesas, además de ser generalmente alimentos ultraprocesados, contienen altas proporciones de grasa.
Cualquier bebida distinta al agua o al té preparado en casa contiene demasiadas calorías: tés industriales, zumos y refrescos están entre los alimentos con más azúcar añadida. El vino también es muy alto en calorías por el contenido de alcohol, y la cerveza contiene alcohol y además carbohidratos derivados de la malta y la cebada.
Embutidos y jamones también contienen mucha grasa por lo que no es recomendable tenerlos en la nevera. Las salsas y aliños embotellados pueden contener o bien ingredientes grasos en exceso o bien mucha azúcar, como el ketchup. Mieles, jarabes y mermeladas contienen también un exceso de azúcar en su composición.
En la nevera se pueden guardar productos de alto contenido proteico y bajos de grasa, como pescados, embutidos de pavo, huevos, quesos magros y yogures de leche descremada y sin azúcares añadidos.
Estos alimentos, además de contener vitaminas, minerales y fibra, son deliciosos. Hay que procurar escoger las frutas que sean de temporada y de cercanías. Se debe dejar que sazonen a temperatura ambiente en una fuente y colocarlas en la nevera solo cuando ya están maduras.
Se puede además elaborar smoothies con algunas de ellas y guardar una porción para consumirla más tarde el mismo día. Mezclando colores y texturas se puede preparar una nutritiva ensalada de frutas y nueces picadas.
También pueden prepararse zumos caseros, conservando la pulpa completamente. Mezclando sabores como naranja y plátano, melón y piña, manzana y pera se pueden reservar para un par de días.
Un gran ayudante para la dieta son los vegetales como lechuga, rúcula, berro y endivias, que son alimentos nutritivos, de bajísimo contenido calórico y tienen la ventaja de producir mucha saciedad.
Una manera de tomar meriendas saludables al tener apetito es guardar en la nevera bastoncitos ya cortados de zanahoria, hinojo, pepino, calabacín, pimiento, espárragos y celery.
Para verduras como bróculi, coliflor, col, espinacas o acelgas, se pueden cocer al vapor y guardarlas en envases cerrados. O se pueden preparar vegetales al horno, colocando berenjenas, pimentones, setas, puerros, cebollas y trozos de calabaza hasta que estén cocidos, y guardarlos en la nevera.
Para ser consumidos con moderación se pueden tener en la nevera patatas, nabos, boniatos y remolachas, que son altos en almidón.
Para acompañar los alimentos descritos arriba se pueden preparar aderezos de varias clases y tenerlos en reserva.
Para las frutas puede usarse jugo de limón y naranja o yogur con un mínimo de edulcorante. Para las verduras y tubérculos cocidos, una buena vinagreta con poco aceite de oliva, o bien mostaza, pesto, hummus o algún paté de vegetales como berenjenas o pimientos.
Al seguir estas recomendaciones, los alimentos contenidos en la nevera no constituirán una razón para romper la dieta para perder peso. ¿Hay ánimo para seguirlas?
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