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La dieta cetogénica es uno de los regímenes alimenticios más populares para bajar de peso. Su objetivo es la eliminación de grasa y, en algunos casos, la superación de la diabetes. Consiste, principalmente, en la reducción drástica del consumo de carbohidratos, así como en la moderación de las proteínas. En este artículo te explicamos las señales que indican que debes dejar la dieta Keto.
Para comenzar, debes tener claro que los productos permitidos y los prohibidos se definirán por su contenido en carbohidratos. De este modo, aquellos que contengan más de un 5 % de este nutriente no podrán consumirse. El objetivo de este régimen es adelgazar por medio de la cetosis (proceso en el que el cuerpo empieza a alimentarse de las grasas tras un déficit de carbohidratos).
De igual forma, hay una serie de alimentos que, por su bajo contenido en carbohidratos, son ideales para nuestra dieta. Por ejemplo, tenemos las grasas naturales (como el aceite de oliva), la carne, el queso, el pescado, el huevo, la mayoría de verduras y el marisco. Respecto a las bebidas, se recomiendan el agua, el café, el té y, ocasionalmente, el vino.
Nuestro consejo es que escuches siempre a tu cuerpo. Muchas veces, simples dolores o molestias pueden ser indicativo de que necesitamos un cambio en la alimentación. Por tanto, si decides someterte a cualquier cambio en tu nutricion (como es el caso que nos ocupa), presta atención a tu cuerpo. Te aconsejamos, igualmente, realizarte una analítica al año.
Debes dejar la dieta keto si notas alguna de estas señales:
- En primer lugar, la elevación de la frecuencia suele darse en las primeras dos semanas como consecuencia de una menor hidratación. Sin embargo, si persiste, debemos recuperar progresivamente la ingesta de carbohidratos.
- Los cálculos renales son otra de las señales que debemos tener en cuenta. Se caracterizan por la cristalización de los minerales presentes en la orina. En estos casos, lo mejor es consultar a un médico y tomar bastante agua para expulsarlos.
- No debemos olvidar la gripe cetogénica. Es común y suele durar unos días, por lo que no sería motivo de preocupación. No obstante, si sus efectos (náuseas, pérdida de apetito, etc.) son muy intensos o no remite, debemos hacer una pausa.
- Respecto a los problemas digestivos, la aparición de diarrea o estreñimiento es muy común y se produce por el bajo consumo de fibra. No tenemos por qué alarmarnos, a no ser que se produzcan durante bastante tiempo. Llegado el caso, interrumpiremos la dieta.
- Ten en cuenta que esta dieta es alta en grasas, pues son una de las alternativas a los carbohidratos que se pretenden reducir. Si sufres alguna consecuencia de la acumulación de grasa, como el acné o un agravamiento de la psoriasis, apuesta por otro régimen.
- Los huesos pueden verse igualmente afectados por esta dieta, pues un estudio demostró que se reduce la densidad mineral ósea. Si sientes problemas en las articulaciones, o en los huesos en general, plantéate dejar la dieta y recupera los niveles de minerales.
- Por último, tenemos el cansancio extremo. Las personas que confían en este método suelen sentir menos energía (recuerda que esta dieta incluye menos de la mitad de los minerales y vitaminas recomendados). Si persiste o se agrava con el tiempo, es otra señal.
Como has podido ver, la dieta cetogénica es un régimen estricto que puede resultar muy beneficioso para la salud si lo seguimos con moderación. Recuerda que lo idóneo es siempre seguir una alimentación saludable, variada y complementada por el ejercicio físico.
¿Qué dieta sigues tú? ¡Cuéntanoslo en los comentarios! 👇🏻
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