El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
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Existe una serie de hábitos, trucos o prácticas que si conseguimos convertirlas en rutina pueden hacernos sentir mucho mejor tanto por dentro como por fuera, y cualquier persona que haya conseguido incorporarlos a su vida te lo puede corroborar.
Para conseguirlo, es importante ser muy estrictos los primeros 21 días.
No hay mucho más que añadir. Pellízcate la mano cada vez que te digas a ti mismo “hoy no, que llueve” o “estoy en esos días y me lo merezco”. No dejes que un momento de debilidad tire por tierra todos tus esfuerzos de una semana.
¡Que no cunda el pánico! Para muchos puede parecer una salvajada, pero en cuanto pasen los famosos 21 días te aseguro que lo raro te resultará estar toda la tarde tirado en el sofá.
Además, no es necesario que des todos los días el 100%. ¡Juega con distintas intensidades! Un día puedes volverte loco a levantar pesas y llegar a casa con ganas de meterte en la cama y no volver a levantarte jamás y al día siguiente puedes salir a caminar una hora con un amigo mientras le pones al día de todos los acontecimientos.
Hablando de caminar una hora (que puede sonar a poca cosa), ¿Recuerdas todos los beneficios que puede tener esta práctica? Para los que se lo han perdido, adjunto enlace: ¿Es posible adelgazar caminando?
Estoy segura de que muchos de vosotros abrir el post habéis pensado: “El número dos va a ir relacionado con litros de agua, seguro”. ¡Pues habéis acertado! A estas alturas creo que nadie se sorprenderá con este dato.
Aunque también es cierto que el cuerpo es sabio, y que quizás no sea bueno “forzar la maquinaria”, tenemos que admitir que en muchas ocasiones no bebemos agua por pura pereza, así que si has bebido litro y medio, tienes agua a tu alcance pero de verdad sientes que no puedes más, ¡no te preocupes, lo tomamos por válido!
Para aquellos que nos cuesta más, hay una serie de trucos que nos pueden ayudar a conseguirlo. Aparte del vaso grande de agua obligatorio antes de cada comida, es recomendable tener siempre a mano una botella de medio litro, para que a la mínima sensación de sed el cuerpo tenga agua a su disposición y no haya opción de pensar: “puff voy luego a por ella”.
Aunque la recomendación es hacer esta ingesta de líquido en forma de agua natural, para aquellos que se les haga muy cuesta arriba una solución puede ser consumir parte de esta ingesta en forma de té, infusiones o añadiendo alguna fruta al agua, como limón o naranja, que la haga más refrescante y atractiva. Eso sí, ¡nada de azúcar!
Podríamos dividir la población en dos grandes grupos. Los que reaccionaron con un “¿Tanto?”, y los que lo hicieron con un “¿Solo?”.
Para los segundos, estáis de enhorabuena, aquí el tirón de orejas va para aquellos que consumen pescado una vez al mes y porque fueron a casa de un amigo y les dio vergüenza preguntar si les podía freír un huevo.
Los beneficios de este producto para la salud son innumerables, así qué no olvides tenerlo muy presente en té dieta.
Todos sabemos que lo ideal serían 5, predominando el consumo de verdura por encima del de fruta. Pero todos los que lo hemos intentado sabemos que es difícil convertir este hábito en rutina. De todas formas habrá que hacer un esfuerzo por consumir diariamente cuatro raciones de estos productos ricos en vitaminas y minerales y con muy bajo aporte de calorías.
No necesariamente por hacer más comidas esteremos comiendo más. Puede ser muy beneficioso (tanto para la dieta, como para la salud) realizar cinco comidas más humildes y bien organizadas a lo largo del día que tres grandes ingestas, que al estar tan separadas en el tiempo, pueden hacer que nos sentemos en la mesa en pleno ataque de ansiedad.
Además, esta organización de nuestra dieta puede facilitarnos la digestión, ayudarnos a mantener la glucemia e incluso mejorar nuestro estado de ánimo.
Si el sábado quedaste con los amigos y no sabes cómo, pero después de tanto esfuerzo te acabaron convenciendo para coger una berlina de chocolate a medias, no te tortures, ni pienses que con eso vas a recuperar todos los kilos perdidos de golpe.
No es recomendable, pero por desmelenarse un poco un día a la semana no significa que debas rendirte y que no valga la pena levantarse al día siguiente y seguir con tu rutina alimentaria habitual.
Eso sí, UN DÍA y CON CABEZA, que ya os veo venir…
Es fundamental. Déjate de libros de autoayuda y mentalízate: ¡Tú puedes, tú debes y tú te lo mereces!
El mayor impulso para lanzarte hacia tus objetivos está en tu cabeza, así que por mucho que leas o te intentemos animar, hasta que no tengas claro lo que quieres conseguir, estés 100% concienciado de que tienes los medios para lograrlo y elijas el camino para llegar hasta allí, no empezarás a avanzar hacia tu meta.
Ni más ni menos. El cuerpo necesita recargar toda su energía y tu mente, mantenerse fresca y activa.
Dormir menos puede provocarte un humor de perros, pesimismo e irritabilidad, mientras que dormir mucho más puede hacer que estés más cansado o perezoso, con ganas de seguir dormitando todo el día. ¿Extraño verdad? Pero que levante la mano aquel que no haya tenido esta sensación.
Además de por salud, también es clave para perder peso.
La vida es muy corta para pasarla intentando alcanzar el ideal de felicidad absoluta.
Puedes pasarte la vida esmerándote en alcanzar esta sensación utópica y no alcanzarla, ya que hasta en los momentos más idílicos tendremos un motivo, pensamiento o sensación que perturbe nuestro bienestar universal. A veces en forma de “problema del primer mundo”, como: “va a llegar el verano y no he conseguido deshacerme de este maldito michelín” o “creo que el sueldo no me lo da para comprar el móvil que se presentó el mes pasado en Japón” o, como por desgracia ocurre en la mayoría de los casos, problemas mucho más graves.
Apaga el móvil, la televisión y evita los ruidos dentro de lo posible.
No os podéis imaginar lo beneficioso que puede ser desconectar completamente del universo durante diez minutos al día. No dejes que nada, ni nadie perturbe tu momento.
Prepárate una taza de café y mira por la ventana en silencio, o si has salido a caminar, siéntate en un banco y quédate mirando al infinito.
Es muy posible que los ocho primeros minutos, aunque intentes evitarlo, no paren de bombardearte ideas la cabeza, pero confórmate con saber que has conseguido una sensación de paz total los dos restantes.
Aunque pueda parecer una tontería, puede tener muchos y muy beneficiosos efectos sobre nuestra salud, tanto física como mental.
Consejo: Si normalmente cumples muy pocos de estos buenos hábitos, te recomiendo que no te entren hoy las prisas de “lunes de cambios radicales” y no intentes incluirlas en tu día a día todas de golpe.
Elige las dos (o tres para los más valientes) que creas que te van a resultar más difíciles de seguir y empieza con ellas (hay que aprovechar la motivación inicial). El próximo lunes añade otras dos o tres más, hasta que llegue el día en que las estés cumpliendo todas sin apenas darte cuenta.
Como esta semana tenemos cambio de mes, tengo preparado un calendario imprimible que te puede ayudar MUCHO con todo esto, sobre todo para organizar los hábitos semanales y no comernos el domingo para cenar tres raciones de pescado. Nos ayudará a perder peso y ganar salud.
¡No te lo pierdas! Yo ya tengo el mío colgado en la nevera.
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