El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
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Tras experimentar en carnes propias durante un mes el ayuno intermitente y observar sus resultados, decidí que iba a probar algo aparentemente más sencillo. Pues a pesar de haber observado beneficios con el ayuno, recomiendo que leas esta entrada en donde te cuento todo a detalle, no es algo que pueda llevar para siempre, aunque seguramente realice algún otro mes durante este año.
El caso es que buscando algún plan alimenticio que me permita bajar a mi peso ideal, 65 kilos y sobretodo que se mantengan me dí de bruces con la famosa dieta de la comida real.
No voy a engañar ya hace casi dos años había oído de este método, cuando una amiga se aficionó al instagram de su creador, Carlos Rios. Pero en ese entonces presté poca atención. En esta ocasión hay mucha más información acerca de este movimiento y parece bastante coherente.
Como dice su nombre, consiste en comer Comida Real, ni más ni menos. Pero, entonces ¿es que hay comida no-real? No, pero hay comida procesada y esa es la que en este método debemos evitar. En lugar de esto, deberemos consumir alimentos frescos y poco procesados.
Los alimentos reales son las verduras, hortalizas, frutas. También los frutos secos, las legumbres, el pescado y marisco. Además entran también los tubérculos, los cereales integrales, los huevos, las carnes sin procesar, la leche, las especias, el café y las infusiones.
Como puedes ver tienes miles de posibilidades para comer. Además de estos, también hay un grupo de procesados que son considerados buenos. Entre estos, están el aceite de oliva, la leche UHT, los lácteos fermentados, los panes integrales, el chocolate negro, el gazpacho, el pescado enlatado, las bebidas vegetales sin azúcares, el jamón ibérico y la comida real congelada.
Con los conceptos claros, hace dos meses me embarqué en esta forma de alimentación con el objetivo de observar qué efectos podría observar.
Debo comenzar diciendo que a diferencia de la mayor parte de dietas que he hecho, en esta ocasión comencé muy motivada. ¡Había tantas opciones que no podía esperar a cocinar todas las posibilidades!
Compraba el sábado todos los productos de la semana y el domingo preparaba la mayor parte de los alimentos de la semana para estar un poco preparada. Realmente puede decirse que no pasé nada de hambre. Aunque reconozco que a los pocos días de la dieta, la bollería a la que de vez en cuando recurro, o recurría más bien, me llamaba.
Aún así resistí. Y en su lugar me acostumbré a comer un puñado de frutos secos o un poco de chocolate negro.
Y cuando me he dado cuenta, ¡ya han pasado dos meses!
El primer efecto que he tenido es que ya no tengo tanta hambre o tantos antojos. Será por que he consumido los nutrientes necesarios y he reducido el azúcar, pero este efecto es el primero y más notorio. Aunque diría que igual es a las 3 semanas cuando realmente te das cuenta de esto y superas las ganas de picotear.
Otra consecuencia es que tengo más energía para todo. Reconozco que el ayuno intermitente también aportó energía en mi, pero ahora es una energía más constante.
Además mis digestiones son mejores y descanso mejor. Que es un plus.
Como resultados estéticos podemos comenzar con que mi pelo, uñas y piel están mejor que nunca, resistentes y brillantes. Y con respecto al peso, reconozco que no he perdido mucha cantidad de peso, alrededor de 3 kilos . Pero estoy más que contenta por que por fin he alcanzado mi peso ideal, para mi altura, 1.70. Y lo mejor, es que esta vez estoy prácticamente segura que esos kilos se han ido para no volver.
¿Por qué? Por que el real fooding ha venido para quedarse en mi vida.
Y tú, ¿aún no eres un Realfooder?
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