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Existen muchas maneras de comer brócoli. Una verdura natural como el repollo, la coliflor o la col que se puede consumir crudo o cocinado. Durante mucho tiempo el brócoli ha tenido la mala fama de ser una hortaliza sosa o de mal sabor. Sin embargo, actualmente es tendencia para aquellos que buscan alimentos saludables y, además, la ciencia ha demostrado sus innumerables beneficios para el organismo. Muy rico en vitaminas, minerales y con un alto aporte en fibra, es uno de los alimentos saciantes perfectos en cualquier dieta de adelgazamiento. ¡Vamos a la mesa!
15 alimentos ricos en fibra que incluir en tu dieta
¿Crudo, al vapor, a la plancha…? En cualquiera de los casos es delicioso. Sano, natural, y con solo 34 calorías cada 100 gramos. De sabor y textura muy finos, si lo cocemos hay que tener cuidado, ya que en cinco minutos está listo. Cocinarlo al vapor, salteado, al horno o a la plancha son las opciones ideales porque conservan bien todos los nutrientes y es más sabroso al paladar.
No obstante, antes de comer esta hortaliza es recomendable no sumergirla en agua y lavarla simplemente bajo el chorro del grifo. Haciéndolo así se evita la pérdida de nutrientes. Además, si pelamos los tallos (¡contienen mucha fibra!) los podemos preparar de manera similar a los espárragos, incluso aliñados en vinagreta o con mayonesa. Al cocinar brócoli, el caldo puede tomarse tal cual o aprovecharlo para elaborar sabrosas sopas o purés.
Para consumirlo crudo hay que higienizarlo. Con agua se eliminan los posibles restos de tierra o de impurezas que contenga la verdura y, posteriormente, hay que desinfectarlo. Hacerlo es sencillo: un par de gotas de lejía apta para agua y alimentos, y después aclarar la verdura con agua del grifo.
Realmente es una joya nutricional. Destaca por su contenido en vitaminas, calcio, fibra vegetal y su alto poder antioxidante. No es de extrañar que figure en los mejores menús de recetas saludables para todos los que quieren restar calorías y sumar fibra a sus platos.
Como ejemplo, lo que sugiere el popular chef Karlos Arguiñano, crema de brócoli con ajos tiernos y patata. Una mezcla de verduras de delicioso sabor. Para hacerla hace falta cebolla, ajos, patata, aceite y sal, puerro y un poquito de nata. A fuego lento, con caldo y en pocos minutos, tendrás una crema inigualable.
El consumo de brócoli, igual que el resto de verduras, solo implica riesgo por contaminación de microorganismos. El origen puede estar en los abonos, en el agua de riego o en el uso de pesticidas. En cualquier caso, especialmente en las verduras, es imprescindible para la salud tener estrictas medidas de higiene y realizar una correcta manipulación antes de ingerirlas.
A buen seguro conoces otras maneras de comer brócoli. Anímate y compártelas con nosotros. Tu opinión es siempre muy importante.
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