El Peso Justo
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¿Conoces el yoga para principiantes? ¿Sabes que son ejercicios aptos para cualquier edad? Pues bien, el yoga conecta espíritu, cuerpo y mente a través de una serie de posturas, o asanas, que nos ayudan a mejorar nuestra condición física: la mente se relaja, el cuerpo gana elasticidad y aumenta el poder de concentración y la sensación de alegría.
Comienza por estas siete posturas básicas de yoga y adéntrate en un fascinante mundo lleno de mística milenaria.
Ponte de pie y junta tus piernas, los pies deben quedar paralelos y mirando hacia el frente. Alinea la espalda y suelta los brazos, las palmas de las manos han de mirar hacia dentro mientras despegamos levemente los brazos de las caderas. Siente la energía en las puntas de tus dedos.
A partir de la postura anterior, flexionamos las rodillas y formamos un ángulo de noventa grados entre los muslos y las pantorrillas. Con la espalda perpendicular a los muslos, alza las manos con las palmas juntas e inspirando.
Excelente para ganar flexibilidad en la columna, con el gato adoptamos una posición cuadrúpeda: manos, rodillas y empeine en contacto con el suelo. Primero llevamos la cabeza hacia detrás arqueando la espalda, después de tres segundos realizamos el movimiento contrario.
Es ideal para calmar el estrés y la fatiga. Nos tumbamos boca arriba con los brazos pegados a la cadera, posteriormente dirigimos las rodillas hacia el tronco y estiramos las piernas buscando que queden rectas y perpendiculares al piso. Los brazos y los hombros han de quedar pegados al suelo.
Apoya las plantas de los pies y las palmas de las manos en el suelo. Eleva el coxis hasta formar un triángulo: la cabeza mira hacia las rodillas y la espalda junto con las piernas permanecen rectas.
Nos tumbamos boca abajo con las piernas separadas el ancho de las caderas y los pies estirados hacia atrás. Situamos a continuación las palmas de las manos en el suelo y a los lados de nuestro tórax. Inhala levantando el pecho y las costillas superiores con los codos dirigidos hacia atrás; después, exhala mientras bajas.
Es tan sencillo como sentarte sobre los talones con las rodillas separadas. Pega el pecho sobre los muslos y relaja la musculatura. Esta postura te ayudará a oxigenar el cuerpo y a calmar la mente.
El yoga obra milagros en nuestro cuerpo: en primer lugar, estamos más relajados y, por lo tanto, somos más felices. Segundo, y a medida que avanzamos en la práctica, nuestros movimientos se tornan más coordinados, nuestra capacidad de concentración aumenta y desaparecen las tensiones. Consecuentemente, reducimos el estrés y las funciones de nuestros órganos vitales se equilibran.
Para potenciar los beneficios del yoga, debemos practicar una alimentación saludable que mantenga limpio nuestro organismo. Esto se consigue con alimentos más naturales, capaces de fortalecer nuestras defensas y de ayudarnos a controlar el peso corporal. Precisamos alimentos con vida para tener mayor energía, sin sensación de hinchazón y pesadez. Además, no olvides hidratar el organismo con ocho vasos de agua diarios.
Una alimentación saludable, más la práctica de yoga, nos ayuda a:
- Desintoxicar el cuerpo.
- Alcalinizar la sangre.
- Reforzar el sistema inmunológico.
- Adelgazar.
- Tener más energía.
- Disfrutar de digestiones más ligeras.
Las posturas de yoga y una alimentación saludable mejoran nuestra condición física, ganamos flexibilidad y tenemos mayor capacidad de concentración. Nuestro metabolismo funciona equilibradamente y los órganos internos trabajan correctamente ¿Sabias que la práctica del yoga eran tan beneficiosa? Si te gustó el post, no olvides dejar un comentario. ¡Tu opinión nos interesa! 👇🏻
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