El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
¿Sabías que un paseo de media hora después de las comidas principales puede tener gran cantidad de beneficios tanto para tu físico, como para tu salud?
Si ya has leído nuestro post sobre adelgazar caminando, es posible que no te sorprenda lo más mínimo, ya que en dicha publicación ya hemos comentado varios de estos beneficios.
Hay algo que está claro, ¡En España nos encanta la siesta! Fuera de nuestras fronteras, es una de nuestras mayores señales de identidad, pero es posible que después de conocer los beneficios de caminar después de comer, muchos optéis por dejar esta relajada costumbre.
Tantas son las ventajas que nos puede ofrecer una actividad moderada después de las comidas como las posibles desventajas si esta actividad es intensa, ya que puede interferir negativamente en el proceso de digestión.
¿La explicación? Durante la digestión, buena parte de nuestra circulación sanguínea se concentra en el aparato digestivo, para que éste pueda desempeñar correctamente su función.
Cuando realizamos ejercicio físico intenso, se produce una importante demanda muscular de esta sangre y recuerda que el volumen sanguíneo es limitado, por lo que podría comprometerse el proceso digestivo.
Como ya adelantábamos en el apartado anterior, las ventajas de las que nos podemos beneficiar realizando esta actividad moderada 30 minutos después de las comidas principales son varias ¡Y muy interesantes!
Depende en gran medida del tiempo y sobre todo, del ritmo que apliquemos a nuestro paseo.
Nada más terminar de comer no es el momento más adecuado para darnos una caminata a paso militar (como ya hemos comentado), pero te garantizo que aún dando este paseo a un ritmo flojito, notarás los resultados en tu figura.
¿O me vas a decir que es lo mismo que quedarse en el sofá reposando la comida o durmiendo la siesta?
Posiblemente sea el efecto más notorio a corto plazo si se realiza a un ritmo adecuado. Nos ayudará a conseguir una digestión más rápida, eficaz y menos pesada.
Los beneficios, tanto físicos como sobre nuestra salud, generalmente son mayores si nos mantenemos activos durante todo el día, que cuando pasamos la mayor parte del día sentados y después nos machacamos como si no hubiese un mañana dos horas en el gimnasio. Por lo que, combinar este ejercicio moderado con otros hábitos activos (como usar más las escaleras que el ascensor) puede marcar la diferencia en el intento de alcanzar nuestra meta.
Después de las comidas, sobre todo cuando son copiosas o ricas en carbohidratos, los niveles de azúcar en sangre tienden a elevarse, pudiendo alcanzarse un pico de glucemia si “la velocidad de absorción de los azúcares consumidos es mayor que la acción de la insulina” (así, para que nos entendamos).
Si esta situación se repite habitualmente pueden aparecer los efectos indeseables.
Este paseo ayuda a disminuir los niveles de glucemia a corto plazo y, si se realiza de forma rutinaria, reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo II.
Caminar después de las comidas ayuda mantener tu corazón contento, mejorando los niveles de colesterol, y reduciendo la presión arterial y el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Además, ayuda a mejorar tu circulación (aunque esto es consecuencia de la caminata en general, independientemente del momento del día en que se realice.)
Puede llegar a convertirse en tu mejor psicólogo. Nos ayuda a relajarnos, disminuir el estrés, la ansiedad y mejorar tu ánimo en general, sobre todo cuando se aprovecha el paseo para socializar.
Así que, ¡ya sabes! Llama ahora mismo a tu mejor amigo, a tu pareja o a algún familiar y proponle este fantástico plan para después de comer o cenar.
Como hemos visto, caminar después de comer tiene muchos beneficios, pero cuando este paseo se hace después de cenar, pueden multiplicarse por dos (o más, si sufres insomnio).
Sé que muchas veces, después de estar todo el día a carreras, lo que menos apetece a esta hora es calzarse las zapatillas y dar un paseo, pero es posible que cuando lo pruebes varios días seguidos consideres que vale la pena.
A los que tienen digestiones pesadas frecuentemente, creo que ya les he convencido cuando comentamos que “facilita mucho el proceso digestivo”. ¡Resulta de lo más desagradable turbarte en la cama y que la barriga empiece a dar guerra!
Pero no es el único público que puede obtener importantes beneficios. Otro de sus efectos es que mejora la calidad del sueño y la facilidad para conciliarlo.
Algunos estaréis pensando: “Y ahora que tenemos las altísimas temperaturas a la vuelta de la esquina, ¿En serio me estás diciendo que empiece a salir a caminar a medio día … 30 minutos … bajo el sol abrasador?”
¡NO! Cierto es que cada zona tiene sus características meteorológicas, pero para aquellos que viven en regiones más calurosas, no os recomiendo esta actividad en las horas más calurosas del día (aún cuando penséis que sois totalmente consciente de vuestras capacidades).
¡Pero, esto no os servirá de escusa al 100%! Lo verdaderamente importante es no quedarse parados. Si se te complica salir a la calle a determinadas horas, existen otras alternativas como realizar tareas del hogar, como colocar o limpiar (con algo de brío), jugar con los niños, subir y bajar las escaleras del portal varias veces o hacer alguna tabla sencilla de ejercicios adaptada a esta situación (lógicamente dar saltos o hacer el pino no son actividades muy adecuadas nada más acabar de comer).
Sin comentarios