El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
El Peso Justo
tu blog para sentirte bien
En esta tercera parte de nuestra serie en la cuál estamos aprendiendo todos los consejos que necesitamos para hacer ejercicio y que este hábito se quede en nuestras vidas de forma permanente y sin tener malas consecuencias, os vamos a dar una serie de consejos para que precisamente el hacer ejercicio no tenga impacto negativo sobre nuestro cuerpo con unos kilos de más. Si aún no has visto la primera y la segunda parte puedes echar un ojo aquí respectivamente: parte I y parte II.
¿Cuántas de vosotras no hacéis ejercicio debido a que tenéis un poco de exceso de peso, o mucho y os decís la típica frase de "cuando adelgace x kilos (sustituyendo la x según los kilos que consideréis aquí cada una), empiezo a hacer ejercicio"? Como ya vimos en la segunda parte, el hábito de hacer deporte frecuentemente se debe tener siempre, en cualquier edad o circunstancia (obviamente, si tenemos algo que realmente nos lo impida, pues no) pero el hecho de tener unos kilos de más no debería ser un gran problema, sino, decídselo a los protagonistas de esos programas, que sí, cada país ha tenido el suyo, en el cuál personas con gran cantidad de peso comienzan a hacer deporte con el objetivo de perder peso y lo consiguen. El realizar deporte no tiene que ir después de adelgazar y de hecho, nos va ayudar con ese propósito desde el minuto uno.
El principal apartado que tenemos que controlar a la hora de hacer ejercicio es la intensidad. Lo ideal es realizar un ejercicio de forma que podamos "continuar hablando", que no significa que tengamos que hablar durante el ejercicio pero si que podamos hacerlo durante todo el ejercicio, vamos, que no nos ahoguemos realizándolo. Esa es la intensidad adecuada. Hay que tener en cuenta que a medida que nuestro cuerpo coja capacidad física, también nuestra intensidad límite va a aumentar.
Una persona con sobrepeso debe elegir muy bien qué clase de ejercicio realizar. Lo ideal es que el mismo tenga bajo impacto en las articulaciones y músculos. Actividades como el running y aquellas que conlleven saltos es mejor evitarlas, por el contrario podremos realizar bicicleta, caminar, patinar, nadar y similares. Hay máquinas que nos ayudan a quemar muchas calorías y reducir el impacto, como la elíptica, estas también serán buena elección.
A pesar de que el ejercicio aeróbico quema más calorías que los de fuerza, los de fuerza van a hacer que el músculo tenga más actividad incluso después de hacer ejercicio (y con muy bajo impacto sobre las articulaciones normalmente). ¡No dudes en incorporarlos en tu día a día! (Echa un vistazo a estas pesas para poder hacerlo desde la comodidad de tu casa)
En ocasiones, puede ser recomendable acudir a un profesional que te ayude a establecer una rutina de entrenamiento adecuada a tus circunstancias, que te establezca unos objetivos y mida tus progresos. Esto dependerá de tus circunstancias personales. Si tienes alguna enfermedad, o si has intentado muchas veces por tu cuenta hacer ejercicio y no has visto progresos, podría ser útil acudir a un especialista que te solucione el problema.
Un factor crucial para que el ejercicio no tenga consecuencia negativas es llevar una alimentación adecuada, el propio hábito de realizar ejercicio va a ayudarte a mejorar tu alimentación pero intentar llevarla lo mejor posible desde el inicio va a hacer que tus sesiones de deporte sean más agradables y no tengas problemas de digestión u otros malestares consecuencia de comer mal y hacer ejercicio. Procura llevar una alimentación basada en 5 comidas y variada y el ejercicio no te dará problemas.
¿Te han gustado estos consejos? ¡Compártelos!
Sin comentarios