El Peso Justo
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Los trastornos alimenticios son de origen emocional, más frecuentes en mujeres y entre los 13 y 25 años, cuando existe una conducta alimenticia irracional. Los más populares son la anorexia (dejar de comer por estar obsesionado/a con la figura a pesar de estar demasiado/a delgado/a) y la bulimia (tener atracones y luego provocarse el vómito o alguna otra forma de eliminar las calorías ingeridas).
Es muy importante tener en cuenta que los trastornos alimenticios suelen tener su origen en problemas psicológicos como ansiedad, baja autoestima, trastornos afectivos, de la personalidad o del control de impulsos. Por eso, es importante consultar un psicólogo o psiquiatra, quien puede indicar si es necesaria una terapia congnitivo-conductual.
Pero también pueden deberse a otros factores, como la consciencia del propio cuerpo durante la adolescencia, variaciones hormonales, factores ambientales como estilos de alimentación familiares inadecuados, influencia de la publicidad, haber sufrido críticas al aspecto físico, etc.
A continuación, se explican algunos de los trastornos alimenticios más comunes y cómo tratarlos.
Consiste en el rechazo de alimentos por miedo a engordar, o por el deseo de perder peso. El o la paciente desarrolla un miedo obsesivo a estar obeso, a la vez que experimenta una sensación de felicidad cada vez que se pierde peso. Esto crea una adicción psicológica que le hace seguir queriendo adelgazar, aunque ya esté demasiado delgado/a. Detrás, hay problemas de autoestima, de relaciones o similares.
La anorexia lleva a la desnutrición, lo cual puede afectar gravemente y permanentemente a la salud física y mental del o la paciente. Si se sospecha de anorexia, es muy necesario acudir a un médico lo más pronto posible, ya que la desnutrición puede causar osteoporosis, enfermedades endocrinas, depresión e incluso problemas neuronales permanentes. Por eso, para que la terapia tenga éxito, es absolutamente necesario que la persona anoréxica reciba cuanto antes los nutrientes de los que carece.
Además de médicos y psicólogos, puede ser necesario contar con un dietista que ayude a la persona anoréxica a recuperar peso saludablemente y le enseñe la importancia de llevar una alimentación saludable.
Consiste en comer compulsivamente para luego provocarse el vómito, llevar una dieta de choque, hacer mucho ejercicio o reacciones similares. Así como la anorexia es fácil de detectar por la rápida pérdida de peso, la bulimia no lo es tanto, ya que las personas que la padecen a menudo no cambian de peso. Sí puede haber problemas digestivos debidos a los vómitos o las dietas restrictivas, ojos rojos, debilidad y mareos o caries debida a los ácidos estomacales.
Para tratar la bulimia es necesario averiguar la causa mental o emocional que la causa, para lo cual es necesario consultar a un profesional que decida si es necesaria una psicoterapia, terapia familiar o incluso tomar fármacos para tratar el problema psicológico, como son antidepresivos o ansiolíticos.
Es muy importante que la persona bulímica entienda que los vómitos u otras formas de purga no van a llevarle a adelgazar o «perder lo ingerido». Por ejemplo, azúcares y otros nutrientes ya son absorbidos por el cuerpo antes de vomitar, mientras que otros más valiosos, como vitaminas, proteínas y minerales, se pierden al vomitar.
No hay que confundir este trastorno con la bulimia, ya que quienes comen compulsivamente no eliminan lo que ingieren vomitando, haciendo deporte, etc. Como consecuencia, ganan peso y la obesidad puede llegar a poner en peligro su salud. Quienes comen compulsivamente a menudo tienen «ataques de hambre» en los que ingieren mucha comida en poco tiempo y después se sienten culpables. Este trastorno también tiene origen emocional y las causas pueden ser muy variadas (estrés, depresiones, baja autoestima, etc.).
Existen pautas muy sencillas para abandonar este hábito. Por ejemplo:
La ortorexia consiste en evitar comer ciertos alimentos que se consideran perjudiciales o bien ingerir solo los que consideran saludables. Esto lleva a carencias y desequilibrios alimenticios. Suele afectar a personas perfeccionistas y muy exigentes con ellas mismas. Las personas ortoréxicas llegan a evitar ir a restaurantes o las celebraciones con otros para no tener que comer los nutrientes que les preocupan.
Como en otros trastornos alimenticios, es importante informar a los ortoréxicos/as que necesitan comer la cantidad adecuada de todos los nutrientes para tener buena salud y, en caso necesario, acudir a psicoterapia.
¿Alguna vez se han experimentado los efectos de la alimentación en la salud? ¡Compartir la experiencia puede ayudar a miles de lectores!
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